miércoles, 30 de mayo de 2018

Tiempo de espera


Hubo un tiempo en que las posibilidades se asimilaban a las estrellas.
Multiplicar las posibilidades era multiplicar las elecciones
y la misma esperanza de vida.
Así hubo un tiempo donde derrochamos el agua, y los trigales nos abrumaban en su infinidad
la rosa ya no era palabra sino repeticiones, y el verde tenía la redundancia de la máquina de producir naturaleza y el color de lo maduro.
No esperábamos nada. No queríamos nada. Y todo era posibilidades.
Hasta que decidimos lastimarnos con la palabra, decidimos que Argentina sea un país acostumbrado a reojo, a la lastimadura, a la traición.
Muchos nos fuimos abrumados por la tragedia, por el olvido, por la épica, por el orgullo rasgado.
Las calles siguieron en su ajetreo. Los encuentros se siguieron dando. Las familias se siguieron reuniendo. Las marchas y contramarchas se siguieron sucediendo.
A lo lejos tal vez sea una elegia
A lo lejos tal vez sea materia para un poema