viernes, 18 de octubre de 2019

Noticias de los últimos años

Mi primera ciudad europea fue Múnich.
Recuerdo que en mi primer paseo por el Mercado de Navidad de Marienplatz, con Pabli, tomamos un Glühwein (vino caliente) y la vendedora me dijo: Schmeckt es dir ? (¿te gusta el vino caliente?)
Sonreí nerviosamente ante el no saber qué me decía. Mi primo soltaba risas exageradas "¡No entendiste nada!"

Con el tiempo y los años de esfuerzos he logrado hacer del alemán mi mayor pilar y curiosidad.
Al tiempo que logré hacerme de intereses propios robados al mudo Sábato (política tecnológica, política industrial, gestión de la tecnología, etc.), saqué de esta nada misma mi interés por el alemán.

De Múnich pasé a la calle Perú en plena Buenos Aires, y pararme frente al edificio de vidrios de la entonces Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC), y medio meditativo decirme: ¿y si hacemos una tesis de satélites?

Los derroteros me han llevado por edificios, personas, lecturas, charlas, desafíos, entrevistas, firmas de convenios, viajes a Köln, tantas cosas.

Hoy nadie levanta el teléfono hoy para construir las trincheras que yo pensaba que construiríamos juntos.

En un esfuerzo naif, y tal vez descuidado, pensaba que el poder solamente eran ideas que debían encontrar nobles socios.

El poder es que confíen en vos instituciones, historia, personas, estructuras.

No sé si todo esto ha sido en vano, me divertí mucho, me ha dado mucha adrenalina.

Pero no me dió luces de neón, ni un sitio en una charla TEDX, no me dió entrevistas masivas, ni solicitudes para armar decálogo de la industria espacial del mañana.

A veces creo que me falta más esfuerzo, a veces creo que falta inflar el pecho y plantar posición, a veces confío mucho en que los otros me complementarán.

Yo creo demasiado en el mundo, aún cuando el mundo me ha pegado piñas y cagado las ilusiones.

Otras, especialmente cuando uno no lo espera, el mundo, la Providencia que no para de donar, otras veces, te da unos mimitos:
-Cuando el jefe abrió la puerta y dijo: "¿Querés hacer una Maestría?"
-Cuando alguien escribió: "¿Querés venir a Bariloche?"
-Cuando una mañana el aire de la mañana se levantó en una: "Postuláte".

Los signos están en los lugares menos considerados. Y a veces tanto deseo concentrado hacia cosas que pasan a veces no quitan la posibilidad de atender a estos ribetes impensables.

Yo me imaginaba en Alemania, en su industria espacial, hablando alemán, sin extrañar casa.

No me tocó eso a mí. Me han tocado otras cosas, cosas que venían dentro de esos deseos, medio de contrabando.

La clave está en mirar a los costados, estar atento a ese viento que pasa, a eso que se gesta sin que nadie aún desee y le ponga Nombre.

jueves, 10 de octubre de 2019

Poema a mis 31 años

De mis 31 me quedo
con las tantas montañas
que ví en tan poco tiempo
con las despedidas circulares
entre tres ciudades
con los breves encuentros
intensos como una década
Me quedo con la intensidad
con que se viven las crisis
ante la convicción
de un nuevo día que despunta
entre los cerros y entre edificios
un nuevo día, entre caras
conocidas, entre idiomas claros.
Un nuevo día, ein neuer Tag.