Cuando Borges sintió que la palabra ya no era un oficio de jóvenes entusiastas, sino un destino a soportar y a honrar.
Cuando escribió el texto "Límites", comprendiendo que la muerte es inevitable, pero que no menos inevitables son las escenografías que te conducen a eso que llamamos tiempo, o mejor dicho río infalible.
Eso es aceptar una cruz, el dolor , la tragedia, pero la salvaciòn con un elemento.
Aceptar esta porciòn de historia dentro de la gran Historia de Universo, aceptarla y defenderla como si fuese la obra literaria que serà escrita por otro entusiasta que luego comprenderá que eso de inventar mundos de nube y de finales ficcionales es un peso.
Cuando nos toca aceptar lo que nos tocò de porciòn de historia: la voluntad de las acciones no serà màs que una parte de esa aceptaciòn, todo lo demàs serà para creer que alguien escribe sobre nosotros en alguna parte.