de calles vacías
de huellas borradas
en una pared que
tanto nos sostenía,
no podrá con la tremenda
lluvia que cae y limpia
cada célula y bacteria
para comenzar de nuevo
a pensar cada momento
cada futuro, cada encuentro.
Somos de la materia de los recuerdos
y somos lo que escapa al olvido
en cada jornada de hombres
que buscan entretejer la libertad
y un nuevo amanecer.
Si el llanto es la redención necesaria
yo quisiera llorar hasta que las oportunidades
sean nuevos futuros, hasta que las ramas sean tantas
que sea tiempo para crear una raíz, un orígen
donde todas las personas que estuvieron
bajo esa lluvia, en esas calles
entretejiendo la Esperanza
tengan una tierra, tengan la Patria
(Mis deseos con 35 años)