
Lo terrible de la egolatría pasa por la idea misma de un original y una copia, pero lo terrible es buscar luces y sombras adecuadas para un buen original y una adorada copia. Papel mate o brillo, o pantalla digital. No importa, es el mismo río.
“Errata, vago, desvivido. Las patrias no dependen de banderas ni de nombres del documento; sino de tu análisis del viento, de los espacios, de la nada pujando por la silla, por la mesa”