Quisiera que no lastime tanto el deseo (no la Esperanza).
Entiendo que no me corresponde calcular las direcciones de mi Patria.
El fluir de la sábanas en un cuarto de Buenos Aires me esperaban.
Desparramar mis cosas en Patagonia y en Llanura no son elección.
Tengo deseo de un abrazo perfecto, que cubra espalda, pecho, corazón y manos.
Pero el cansancio de esta búsqueda, me conforma con solamente dos manos, juntas.
Oberwiesenfeld, tu laberíntica y sin dirección manera de esperar el tren.
Me devuelve a la confusión originaria, a pensar en las cosas celestiales.
Sentarme en un banquito a aguardar los tiempos mejores, los abrazos totales.
Mientras, desparramo los signos de la búsqueda, los signos del deseo humano.
Quisiera que no lastime tanto (no la Esperanza),
quisiera que escribir esto no sea solo un buscar direcciones y salidas,
un encontrar destinos y descansos.
Que escribir sea solamente una Esperanza que es un Hoy
que es un "está todo bien".
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