martes, 8 de septiembre de 2020

Berlin


 Hubo madrugadas de soledad. Divertidas a la vez, y entretenidas, porque alguien guiaba mis trabajos.

Las tareas las hacía mientras seguía practicando alemán.

Y me reía solo, cantaba, y hasta bailaba.

Dios estaba en mí, me acompañaba

O Angelitos.

O era algo dentro de mí, como espiritual, que me decía.

"No estás solo, yo estoy con vos".

Me lo decía mientras la acción transcurría, mientra ese sentimiento era Verdad.

No era solamente una Promesa, era una Realidad, porque la Paz todo lo inundaba.

Era eso Esperanza?? Era Anhelo? Era Fe??

Recuerdo ver a mis colegas llegar bien temprano, yo los recibía con una sonrisa. 

Gracias a todo ese acompañamiento de madrugadas enteras, es que me sentía reconfortado.

Y podía decir "Guten Morgen" con una sonrisa, con un no sé qué de alegría.



Es un hermoso recuerdo que tengo de Berlín. 

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