miércoles, 23 de marzo de 2022

Volver a llorar


 A veces me preocupa dejar de llorar.

Me preocupa que no me conmueva el circular de las hojas 

en un otoño repetido en sus formas

O el despertar de un niño, pidiendo el amor elemental de una madre.

O esas risas que se perdieron en los pasillos de la administración pública,

mientras los expedientes se amontonaban en la gris espera.

Quisiera no dejar de llorar, no dejar de conmoverme

Dejar que las cosas, los acontecimientos, los encuentros me toquen, me movilicen

a actuar, a no dejarme estar, a perseguir mis metas más nobles.

Porque si dejo de llorar, si dejo que la vida se torne algo garantizado,

yo ya no tendré más nada que decir, más nada que hacer,

Mas nada que escribir.

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