Casi buscando entretejer el tiempo y los deseos
y sin lograr negociar con las voluntades
llegamos a la tregua:
nos dimos la desfachatez de un paseo por Bremen
de un día con Sol en la calle y el parque
para conversar sobre un futuro
que de tan incierto es mitológico
Armamos el futuro de jirones
de un presente vago pero a la vez
dadivoso hasta decir basta
porque nos dió una Bremen candorosa
a pesar de la Guerra en el parque de atrás
Por aquí pasaron los esclavor y las lanas
por aquí se comerció el alimento y el metal
pero nadie previó que el Amor y la Fe
serían a columna y la base de un día
de 2022, cuando nadie esperaba
nuestro retorno a Alemania.