Más allá de las reuniones y del brindis que se acerca
De los buenos deseos y la curiosidad que aborda
La lentitud de una sonrisa para que quede en la memoria
O el sueño que retorna claro en cada melancolía
Expresar el adiós en un proceso circular
un retener lo eterno de cada diálogo
o en la sombra de lo cotidiano
encontrar y entender el tesoro de la vida.
Es ese miedo a no poder ser feliz mañana
es esa angustia de cerrar puertas por últimas veces
acabar esta farsa de los inicios, hablar porque
es necesario hablar.
Un deseo casi de ocaso, donde todo se guarda
pero lo que se pierde pertenecerá a lo que se va
Los adioses tiene ofrenda lo que queda
que, estoy seguro, es lo mejor que puede quedar.