lunes, 20 de julio de 2009

2º Camino [Diosismos]


De tanto en tanto a alguno se le da por hacerse el Dios: toma una cámara digital, mueve un par de piedras cercanas al mar, agarra el timón. Se propone retratar la imagen del universo.
Se adentra lentamente hacia el puro horizonte de agua y nada.

Agua y nada . Agua y nada. Agua y nada

De a poco, las gaviotas costeras son nubes y se resignifican en las caras que el hombre divisa en el cielo:
-su maestra de inglés particular
-el muchacho que le enseño a navegar
-sus enemigos y sus envidiados

Y si me pusiera a contar los rostros que este idiota divisa con la droga marítima, si tan sólo me dedicara a relatar esas construcciones que la locura de agua produce, yo creo que les haría un mapa del cielo, del cielo de este idiota.

Pienso hacerlo. Pienso fijar puntos y delimitar esos rostros que son las nubes-gaviotas que hacen Dios al hombre que las crea.

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