domingo, 30 de agosto de 2009


Hombres de la subjetividad desviada:

Adaptándome a la agenda cultural y a los formularios de trabajo, te aviso que han cortado las rutas que contectaban a la ciudad con los mares. No hay más salida hacia otras latitudes.

Al este todo camino fue bloqueado por un grupo de periodistas que reclama libertad de decir, libertad de palabras. El problemas es que no saben ni qué decir, ni cómo. Por ende no tienen nada. Pero han obstruido la fuga, nuestra huida.

Al oeste se continúa con la mitología del Facundo de Sarmiento. De tanto desierto, de tantos pueblos arrasados por los ocasos y la coyuntura, mi fuero nacional me pide someterme a esa literatura que nos dice:

"bárbaros de la patria haced de mi letra, no la historia, sino la causa de quedarte ahí siempre. No en el verdadero desierto, sino en su concepto"

No hay desierto. No habrá mares. Sólo literatura y periodistas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario