sábado, 23 de julio de 2011

Carli



Sos el punto cero, el final de la cadena interminable de hijos: peleas de niñas, herramientas de maderas de niños, naranjas robadas, mulas atacadas, familia humilde, Corrientes profundo. Llevas esas banderas con las estampas de esas imágenes petrificadas por el símbolo. Todas esas cosas se te sobresalen en cada movimiento de las manos, en cada modo de levantarse y caminar (caminas con todo el pueblo de Santo Tomé), en cada silencio humorístico porque seguramente tendrás un chiste que escuchaste frente a un fogón.
Pero así como sos el punto cero, sos el punto final de un modo de pronunciar Rodríguez. Y sos un hombre, sobre todo sos un hombre que ha sostenido las banderas, y las ha hecho flamear por las calles y la ciudad de Buenos Aires. Nosotros estamos cerca tuyo, viendo como cada domingo nos volvemos a juntar para ver todos los personajes de la épica unidos cerca tuyo, como una familia, y ayudarte con esa carga, tomando los trapos, alzando el mundo como una fruta pesada en 1966 antes de partir de Corrientes, a una nueva vida en Buenos Aires.

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