martes, 14 de julio de 2009

1º camino [La cara]


Habiendo pasado por los boliches homosexuales de Retiro, habiendo mirado y mirado por entre tanta mafia silenciosa (el cuerpo soberbio, las charlas de poetas, una derivación de las palabras en los ojos); te adentrás en el último tren, que a falta de paisaje, se dibuja tu cara en el cristal.

Esa cara, responsable de tu fuga, responsable de que UNA mujer y UN hombre puedan ser divididos en la sociedad.

Esa cara, la que vuelve cuando ya no te ama el agua fría, u otro muchacho de la esquina. Recordándote que no te convertiste en pájara, ni en flor, ni en barcos.
Eso sólo pasó en la poesía del siglo XXI.

Ahora cambian las cifras, las dimensiones, la estructura de la cara. Ahora la metáfora de todo el sexo tiene el color del cartón, el frío del metal, y los colores del Mc Donalds.
Afuera del tren, hay una nueva estación. Cambia.

Pero no cambia mi cara. Será que la llevo conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario