viernes, 1 de noviembre de 2019

(En)conocer

Mi Jefa me dijo: El Conocimiento es como la Leche, que se puede derramar y que se fluye como líquido. Estábamos hablando cómo la nanotecnología concebida en ciertos laboratorios era "robada" porque otras instituciones con capacidad para -metáfora mía- "tener tambos y la fábrica de empaquetado de la leche", pueden llevársela y hacer de ellas riqueza.

Automáticamente pensé en esas cañerías o tubos que se le insertan a las vacas para ir canalizando la leche hacia esos contenedores esterilizados -cosas que he visto al pasar en documentales.

La idea de cosas que se dispersan consisten en tener los instrumentos, los conocimientos para "redireccionar" el caudal hacia lugares que generarán beneficios sociales, económicos y culturales visibles.
Tengo una certeza basada en la intuición que todos lo que se genera en conocimiento se "dirige" a algún lugar: salvo que hay lugares donde ese conocimiento se estanca, se duerme y quizá se torna un saber un poco difuso y menos explícito que en un principio.
A veces la redirección del conocimiento se hace en prejuicio del otro: bien planteaba David Teece la diferencia entre innovadores y seguidores/imitadores que lograban hacerse de la innovación para luego sacar provecho de la misma.

En esa marea de conclusiones creo que el desafío está en "ENCONOCER" y no "DESCONOCER" lo que se genera en intangibles.
ENCONOCER sería "volver a conocer/encontrarse con ese conocimiento, ese intangible", pero con el objetivo de direccionarlo hacia cosas estratégicas, visibles y positivas para la sociedad toda.
DESCONOCER sería "olvidar lo ya conocido" y dejarlo morir en espacios donde se ancla, y dispersa entre otros conocimientos basados en el "sentido común" o mejor dicho en los usos, costumbres, rutinas del una sociedad.

Cosas que se me ocurren cuando Jefa habla de "conocimiento como leche"

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