viernes, 27 de mayo de 2016

Sobredeterminar


No los significantes asignados
al brote del agua sobre la piedra
(que la vida discurra con el sentir)
No las esperanzas del mañana 
un sábado despeinados, una huída de las plazas
(que nuestro discurrir sea esta intuición de no sé dónde)

Quisiera que las materias sean maleadas
por el desayuno y mis primeros pensamientos.
Pero no,
las calles son de cemento, las nubes no anuncian, 
todo en el mundo actúa,
a nosotros nos queda el padecer

Pero cómo padecer,
ahora quisiera llorar
ahora quisiera reir
ahora un Borges, ahora un San Pablo
ahora un despedirme
ahora un Ahora.

Disculpame, nadie me espere,
porque yo quiero de vos
lo que vos no querés de mí
y nadie quiere lo buscado por el otro.

No queda ilusiones de niños
o contar el cuento.

Fin.


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